POR: GISELLA ALVARADO.
El Alma al Diablo es un cuento del escritor ecuatoriano Huilo Ruales que aparece en su recopilación conocida como Cuentos para niños perversos. Se empieza con el reconocimiento del protagonista, a quien se conoce con el nombre de Jesús. La narración se desenvuelve en el bar de Doña Clarita, en donde Jesús decide esperar a dos de sus compañeros. La situación del protagonista muestra que posee una incapacidad en las piernas, por lo cual un factor simbólico es su silla de ruedas, tanto la representación que se hace de ella como la dependencia del personaje ante la necesidad que satisface en su vida. Existe una doble funcionalidad a partir de este objeto: a pesar de brindarle facilidades a Jesús por su condición, ésta pasa a convertirse en un factor que ciertamente va influyendo en su estado anímico y desemboca en una aflicción a su orgullo.
Dentro del transcurso de la historia, lo que corresponde tanto al espacio físico como temporal, se muestran dos escenarios. El presente, que localiza al protagonista esperando a sus compañeros en el bar, y su pasado, que muestra las vivencias con su «santamadre» y sus acciones con la Doris-de-Colombia.
La aparición de ambos personajes femeninos presenta las diferentes intervenciones en la vida del protagonista. Santamadre, a quien Jesús amaba, pasó a ser el motivo por el cual decide continuar su vida y así se muestra como la limitación física del protagonista procede desde su nacimiento. Jesús no reprime su rencor y reclamo hacia la misma por haberlo salvado de la muerte al ser abandonado cuando en realidad Santamadre le oculta que es su hijo y nunca logra desmentirse.
Por otro lado, Doris-de-Colombia, quien trabaja como «estriptisera número uno del Bacanrojo», de quien Jesús se enamoró, ella influyó por sus acciones en el descenso humano del protagonista y dio inicio a la sucesión de tragedias que involucraron el rechazo de las insinuaciones de Jesús, la burla pública de su condición, la muerte de Doris-de-Colombia y finalmente la imposibilidad de amar por parte de Jesús.
En el intervalo que sitúa a Jesús en la penitenciaría de Guayaquil se muestra la realidad de cómo funcionan las normas carcelarias, los procesos y funciones que deben acatarse, lo cual muestra un nivel de orden que es posible vaticinar, donde la explicación lleva a ironizar el contraste que se presenta con el exterior en donde el espacio proporciona caos y la falta de convicción de poder encontrar un futuro que no se consuma en miseria. Y así, se concluyen los flashbacks y toma la decisión de asesinar a Doña Clarita.
La estructura del cuento de El Alma al Diablo sostiene la división de cinco partes en donde cada una va mostrando las etapas que se han ido dando en la vida de Jesús. La sugerencia del nombre no resulta ser una casualidad en relación a pautas religiosas puesto que ejerce una sincronía con las diversas perspectivas que se dan en el relato, la Santamadre que decía ser virgen, el referente de la última cena e incluso el reconocimiento como «Jesús, rey de los judíos» que obtuvo en la penitenciaría.
Finalmente, se aprecia como el cuento logra dinamizar la representación del personaje. Éste permanece como no apto de integrarse en la sociedad al no cederle alguna oportunidad de alcanzar felicidad y al carecer de la misma, su esencia empieza a deformarse y finalmente encuentra alivio en las muertes que ocasiona, una sensación de libertad temporal que sugiere que se mantendrá activa para que logre permanecer.