POR: JULIE CAÑARTE.
Carlos Vallejo comienza su relato «La tafies» como una narración con varios autores que se especifican al comienzo de cada uno de los fragmentos que la componen. Luego sabemos que son testimonios de diversos personajes. Lo que vamos a hacer como lectores es una reconstrucción de una historia o evento a partir de diferentes versiones de lo ocurrido.
Comienza con el testimonio de Esteban Pérez a unos amigos, continúa con el de Cruskayita Caiza a Deisy, luego del Sr. Ingeniero Pérez M a su hijo Esteban, después de doña Rosita Caiza mamá de la afectada al Ingeniero Pérez, posterior a ese el de Deisy a Esteban y justo aquí se cortan los testimonios para dar paso a una demanda de divorcio de parte de Esteban a la señora Cruscaya para finalmente retomar al último testimonio que es de Esteban a sus amigos.
El argumento de la historia se basa en el joven Esteban el cual es obligado por su padre a asistir a una fiesta de “sureños” como él lo considera, tiene que pasar vergüenzas y aguantar de mala gana toda la fiesta la cual empieza a pasar con trago lo que nos lleva al conflicto de la historia, él no recuerda bien los hechos por los cuáles es acusado más tarde por la mamá de Cruscaya diciendo que ha desvirtuado a su hija y que debería disculparse y afrontar el hecho; de esto como prueba tenemos el testimonio de Cruscaya a Deisy quien por coincidencia salía con Esteban lo cual causa que ella termine su relación con él sin escuchar su parte de la historia. Entonces tenemos a Esteban contándole a sus amigos de la fiesta, para luego enterarnos por la voz de Cruscaya que se les fueron las manos a ambos en el carro cuando estaban solos, de ahí escuchamos al papá de Esteban enojarse con él por cómo ha actuado tan solo para después ver el llanto de la mamá de Cruscaya por su hijita la más “alajadita” como ella dice. Luego a Esteban termina su relación con Deisy ya que ella sabe lo que pasó con Cruscaya y nos encontramos con un acta de divorcio que parecería no tener sentido hasta el último testimonio que es el de Esteban donde hablan de que Cruscaya tuvo su periodo menstrual por lo que comprendemos que fueron obligados a casarse asumiendo que ella estaba embarazada y no sería posible que él no afrontara las consecuencias de sus actos.
La historia aunque parece muy seria está llena de comicidad puesto que los personajes manejan un lenguaje coloquial y así está transcrito a las páginas con palabras como “pucta”, “tocóf”, “fresquié”, entre otros que no solo representan un lenguaje modernizado sino que está escrito de tal manera que la pronunciación de la palabra se da correctamente más que su escritura correcta. Este hecho también se da en Los que se van donde se escribe como se habla para representar totalmente al montubio o cholo, en este caso es para representar al quiteño en sus dejos y modos al hablar.
Una característica que debo resaltar es que está presente para los personajes la división social, es decir que por lo que dice Esteban como “una fiesta de sureños” es de bajo nivel y ellos que posiblemente sean del norte está muy por debajo de lo que ellos conocen como de gusto.
La historia aunque podría sonar confusa, la manera en que la contó a través de testimonios la hace llevadera y atractiva puesto que no lo oyes todo de un solo narrador sino que son varios lo que van completando la historia así sean diferentes puntos de vista, existe un cierto punto conductor que revela hechos puntuales más allá de si los personajes creen que esté bien o mal.