“Los espacios académicos tienen su especificidad pero están ligados a las normas y a los resultados que llevan hacia una titulación o una especialidad, y estos otros espacios o centros están adscritos en una amplia gama de posibilidades como lo son aquellas que tienen que ver con los deseos y el placer per se.”

Acerca del cumplimiento de objetivos, Briones comenta que “han surgido varios proyectos similares, lo que implica que hubo, y hay, una necesidad y una preocupación que vuelca, ya sea a artistas o gestores culturales, a explorar posibilidades como ésta”.

Se han realizado eventos en conjunto con la Alianza Francesa, Mr. Books, y la librería Tinta Café. Próximamente Casa Morada reabrirá un sitio junto al Selectivo que es un grupo de arquitectos jóvenes de la ciudad interesados en suscitar diálogos sobre el tema de la arquitectura y la cultura. Ellos son, entre otros, Valentina Brevi, Ricardo Sandoya, Filisberto Viteri.

En el club de lectura hay sugerencias en torno a autores que Briones considera esenciales: Rubem Fonseca, Philip Roth, J.M. Coetzee, Michel Houellebecq, Paul Auster, Carlos Fuentes, Orhan Pamuk, y más. “Hay tanta producción literaria que leerlo todo es imposible y si el tiempo no alcanza para qué perderlo con obras superficiales sujetas a la escena literaria light”.

Briones cree que el mundo lee más que antes, la lectura solo se ha transformado por los soportes, y recalca algo fundamental: la lectura no es un hábito, es una práctica. El problema es lo que se lee y cómo se lee.

“Para mí, como para cualquier editor, el problema del financiamento es fundamental. Hago lo que puedo en el tiempo que puedo, no abandono al autor después de que el libro se publica sino que sigo la larga cadena que muchas editoriales se saltan”, dice Briones acerca de su incursión en la publicación, y agrega: “me gustaría poder editar muchos libros, pero mi realidad inmediata no me lo permite. Lo que sí puedo decir es que se han vendido todos los libros de Gabriela Alemán (Álbum de familia, Cadáver Exquisito Ediciones, 2012), de eso pueden dar cuenta mis socias Silvia Buendía y Cristina Santacruz.”

No es pesimista en cuanto a la muerte de la cultura escrita, ya que cree en la vida simultánea de los soportes del libro, “sobre todo hoy que sabemos que el papel sigue siendo más confiable que los discos, memorias, etc. Lo que nadie niega es que sea un atentado contra la ecología, y por otro lado, sabemos que este mundo se encamina hacia su destrucción”.

Briones recalca que quiere trabajar con ensayos y entrevistas, así como con una antología de cuentos: Muñecas asesinas. “Este es un tema, el de la antología, que me ha rondado desde hace mucho. Además debo consolidar la salida de estos libros fuera de Ecuador, ese es mi deseo”.

En la página web de Casa Morada (casamorada.net) puede encontrarse más información acerca de talleres y demás. Su última actualización, de hace dos días, destaca que “(el mes de) julio nos trae a Pablo Larreátegui con Entre la memoria y el olvido, su tesis de maestría que acaba de ser publicada por la Universidad Andina Simón Bolívar y que estudia las obra de Roberto Bolaño y Leonardo Valencia. Tendremos además un Garaje de libros sui generis: será un Garaje Sabueso. Libros El sabueso viene a Guayaquil por dos días. (…) En julio, también, empezamos nuestras clases de latín, otra vez. Inauguramos, desde este sábado, el Círculo de lectura para jóvenes, de 10h00 a 12h00”.

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Urdesa – Guayaquil, Ecuador

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