El registro de lo que sobrevive

Humo, de Gabriela Alemán. Literatura Random House, 2017. 204 páginas.


Humo, la más reciente novela de Gabriela Alemán, fue publicada por Literatura Random House tras doce años de escritura. Esta obra trabaja con la memoria de una forma prolija y orgánica aunque fragmentaria. Desde la comprensión de los eventos pasados, se destaca el rigor de una escritura que le da un sentido predominante a las acciones de sus protagonistas, cuyos viajes se describen tanto física como mental y emocionalmente. Estos personajes constituyen el después de dos episodios críticos en la historia de Paraguay: la guerra del Chaco (1932 – 1935) y la dictadura de Alfredo Stroessner (1954 – 1989). Ambos son el trasfondo en la toma de decisiones que revelan las posibilidades de transformación de los personajes.

Los hechos que implican la guerra y la historia de una familia son registrados en un cuaderno que tiene un destino. En él se narran con honestidad la experiencia de los eventos y lo compleja que se vuelve la existencia en aquellas circunstancias. Gabriela, el personaje clave de esta obra, es el destino de ese cuaderno que ha guardado su fallecido amigo Andrei y que ahora está en manos de su hijo Pablo. Este texto contiene importantes revelaciones que se descifran entre líneas. Se lee: «Alguien habla a pocos metros de él. Son dos oficiales, el que ha partido una granada en dos y su amigo, sus voces atravesadas como por un tajo. Así no puedo seguir. El tono sobresalta a Andrei y los regresa a ver; el herido toma de la mano al otro y le dice casi susurrando e intentando llegar a hasta su oído: entendeme».

Gabriela regresa a Paraguay para habitar la casa en la que vivía Andrei. Su presencia da testimonio de lo que acontece en aquel lugar desgastado en el silencio y la violencia: «Cuando Gabriela da otro paso, entra en su perímetro un hombre bajo y sudoroso, de rostro cuadrado y mirada muerta, que embiste a la muchacha. El cuerpo de Gabriela se paraliza, pero el grito que surge de su estómago la sorprende a ella misma».

Alemán trabaja los signos con los que se enlazan las relaciones interpersonales y elabora una reflexión muy detallada sobre la trascendencia del lenguaje. Demuestra cómo cada personaje está definido por él, pues registra las expectativas que un ser humano reúne sobre su vida. Esta novela, además, hace un homenaje a dos inventores que aportaron al desarrollo de la escritura y la medicina. A su vez, se honra la idea de que las identidades y las nacionalidades son indistintas al conciliar dificultades humanas.

Se puede leer parte de la historia de Ladislao Biró, el creador del bolígrafo: «Su madre, cuando nace pesando menos de un kilo, lo envuelve en algodón negro de tierra y semillas, y el renacuajo, envuelto y perdido entre los pliegues, es colocado bajo una lámpara para que le dé calor. Los médicos han dicho que morirá, la madre apuesta lo contrario. Inventa algo parecido a lo que algún día será conocido como incubadora. Los cuentos de Biró rebotan contra sus paredes y llenan la habitación, suben por los altos techos y se filtran por las puertas y ventanas en toda la extensión».

Andrei decide apoyar con la experimentación de la penicilina a Palamazczuk, su amigo. Durante el viaje en el barco que lo lleva a Argentina, se dice: «El polaco experimenta con sulfas en tres pacientes que acaban de ingresar. Trata a los demás con lo único que se conoce en el mundo hasta ese momento, el aceite de chalmugra, que no sirve para mucho pero que en algunos casos alivia los dolores. Y todos toman, sin consultarlo, los yuyos que siembran en sus huertos».

Alemán deja, sin rodeos, una clara visión cinematográfica de los acontecimientos que enuncia. Al hablar de la muerte de la madre de Andrei, es frontal a la vez que poética en su descripción: «Su cerebro nadando en sangre antes de apagarse por completo». Para hablar del dolor, lo presenta estoico además de lírico: «Tuve una vez una vieja herida, pero ya ha cicatrizado. Soñé con una isla, roja de gritos». Es frecuente la descripción de un clima infernal en medio del suceso de muertes que es la guerra del Chaco: «Los crepúsculos incendiaban el bosque con sus orgías de color rojo que harían jurar a cualquiera que todo el horizonte ardía».

Un hallazgo de Gabriela en la biblioteca de Andrei genera una visión sobre la realidad paraguaya a partir de El dolor paraguayo, de Rafael Barrett. Se lee: «Violentan las ideas, mil veces más preciosas que el oro y la sangre». Esta cita describe una situación política existente en territorios donde la violencia y la intolerancia son comprendidas como un ejercicio de convivencia natural, y convoca al despertar de una consciencia pacífica con el fin de que ésta sea un móvil humano.

Compartir