Pamuk por Pamuk, el novelista ingenuo y el sentimental en «El museo de la inocencia»

POR: ISIS CÓRDOBA.
En el ensayo El novelista ingenuo y el sentimental, Orhan Pamuk transporta los conceptos que Friedrich Schiller plantea para definir la poesía ingenua y poesía sentimental. Para Schiller, el poeta moderno es reflexivo porque ha perdido su carácter infantil, ingenuo; pero tiene cierta desventaja con el poeta ingenuo porque su objeto sólo provoca un anhelo de lo perdido que el otro posee como realidad:
“Con esto logra diferenciar a los ingenuos, que escriben con espontaneidad, serenidad y naturalidad, y a los sentimentales que son reflexivos, emotivos, inquisidores y sensibles al artificio de la palabra escrita”1.
Para Pamuk, es necesario que un novelista tenga un poco de aquellos que escriben dejándose llevar por la inspiración y de los que escriben con un proyecto previo, donde todo está organizado. En su obra El museo de la inocencia podemos ver cómo esta visión, que trata sobre el arte de un novelista, se llega a cumplir. Y es que leer una novela, al igual que escribirla, implica una continua oscilación entre estos dos estados mentales. 2
Orhan Pamuk publicó el Museo de la Inocencia en el 2008, después de haber invertido diez años en su planificación y cuatro en la escritura de la obra: “en comparación con otros escritores, le dedico más esfuerzo a la planificación antes de coger papel y bolígrafo. Pongo un poco más de cuidado en la división del libro en secciones y en su estructura”3. En esta novela extensa, el autor trabajó de manera meticulosa y logró que los elementos se interrelacionaran de manera que la verosimilitud se mantenga acertadamente en ella: “en las novelas bien construidas todo está relacionado con todo lo demás, y esta red de relaciones crea, por un lado, la atmósfera del libro”4
En el Museo de la Inocencia, el narrador está dirigiéndose al lector constantemente y a veces interrumpe de forma momentánea el hilo temático de la historia por ello. En el capítulo 72, llamado En la vida como en el amor, deja por un momento lo que está contando para explicarles a los visitantes de su museo qué sensación tenía en la casa de Cukurcuma: “La sensación tiene dos aspectos: a) como estado espiritual que se experimenta y b) desde el punto de vista que nos muestra el mundo a través de una ilusión.”
Cuando introduce al lector en el paisaje y permite que vea y sienta las sensaciones del protagonista, su mundo parece más próximo y comprensible; de esta forma le da importancia al lector para que se involucre en sus tramas. Sin embargo, no deja ningún hilo suelto; en el capítulo 46 ¿Es normal dejar plantada a su novia?, por ejemplo, comenta que no volvió a verla hasta después de 30 años. Este dato, aparentemente sin importancia, es retomado y descrito detalladamente en el último capítulo, Felicidad.
Como novela posmoderna, reúne infinidad de referentes culturales y consigue tejer una intertextualidad que conecta a los lectores con todo lo concerniente a la cultura en general: el cine, literatura, música, pintura, historia, política, etc. En la obra se menciona el nombre de muchos museos; además en algunos capítulos, como el 54, nos encontramos con la mención de Atatürk Mustafá Kemal, el primer presidente de la moderna República de Turquía: “Viendo aquellas –horas nacionales-las banderas y los programas sobre Atatürk, también sentíamos que la vida desordenada e irregular que llevábamos en el interior de la casa era totalmente ajena a la oficialidad estatal”6. En la misma página, el autor incluye cómo describe en su Física, Aristóteles, a lo que llama presente y al tiempo. También está presente Grace Kelly donde en el capítulo 72, En la vida como en el amor, el narrador cuenta por qué Füsun quería aprender a manejar y qué envidiaba de Grace Kelly:
“¿Por qué te ha dado envidia? –no sé. Conduciendo parecía fuerte, muy libre. Quizá por eso”7. Finalmente, la protagonista muere por un accidente de carro al igual que la famosa actriz estadounidense, sin conseguir sentirse así. Todos los referentes culturales y los objetos que van apareciendo a los largo de la historia, están conectados con los personajes de la novela y significan. En la mayor parte de ésta, nos encontramos con el paisaje del Estambul de los 70 y el lector puede ser capaz de dar un recorrido visual por los barrios y zonas, por la descripción tan detallada: “Cuando digo pintar con palabras, me refiero a evocar una imagen muy clara y nítida en la mente del lector mediante el uso de las palabras”8
En este libro se hace evidente que Pamuk es un escritor visual. En las descripciones sobre Estambul, el lector puede dar un recorrido visual por todos los barrios tradicionales y característicos. Además, para escribir la novela, fue adquiriendo muchos objetos y luego los describió con detalle: “En una ocasión, mientras curioseaba en una tienda de segunda mano encontré un vestido de una tela muy brillante con rosas naranjas y hojas verdes, y decidí que era el adecuado para Füsun, la heroína de mi novela”.9 De esta manera, crea a un Kemal obsesionado por todo lo que su amada toca.
 “Al entrar me dirigía a objetos que me recordaran el placer de haber estado junto a ella, la taza de té, el pasador de pelo olvidado, la regla, el peine, el bolígrafo, o buscaba entre las cosas que mi madre había tirado allí por viejas e inútiles aquellas que Füsun había tocado, con las que había jugado, las que se habían impregnado del olor de su mano, y ampliaba mi colección reviviendo ante mi mirada cada uno de los recuerdos relacionados con ellas”.10
Los personajes también son producto de la artificiosidad del escritor y éste moldea su carácter del mismo modo en el que se conforma el de una persona normal a través de las situaciones y hechos que vive.11 El autor hace que éstos encajen en el entorno, los hechos y el paisaje que los rodea.
Gracias a todos estos elementos que demuestran un esfuerzo y trabajo previo en la escritura del Museo de la Inocencia, se puede percibir los artificios que el arte de la novela es capaz de proporcionar; y es por esto que Orhan Pamuk es considerado como un novelista sentimental. Sin embargo, dentro de la obra, también se encuentra un Pamuk ingenuo.
Esta ingenuidad podría estar dada, por un lado, por el hecho de que le atribuye a sus personajes o a las situaciones que se dan, ciertas experiencias vividas por él como haber escrito guiones para películas turcas y luego haber incluido algunos de estos acontecimientos en la obra; o por encontrar similitudes entre él y Kemal, como el gusto que tienen por los museos donde no va nadie. En los detalles de esta novela hay experiencias vitales que son sentidas por los lectores y, aparentemente podemos acertar sobre dónde está la inspiración, la espontaneidad, el novelista ingenuo; pero este tema siempre será parte de lo subjetivo por la ambigüedad que trae consigo suponer qué partes de las experiencias son reales y cuáles, no.
Sin embargo, con el ensayo de Federico Schiller, Poesía ingenua y poesía sentimental, y con el propio ensayo del autor, se puede sustentar que la ingenuidad nace en Pamuk cuando incluye en su novela a objetos que le parecen, en la vida real, grandiosos y evocan su inspiración.  Para él, esta extraña plasticidad debe estar presente para crear una sensación. En este interés, que llega a convertirse en una necesidad, se funda su afición hacia los objetos; y es que le pasa igual que al poeta ingenuo, según Schiller, cuando la naturaleza contrasta con el arte y la supera.
Encontró motivación en los objetos que fue adquiriendo mientras escribía El Museo de la Inocencia “escribí mi novela buscando, estudiando y describiendo objetos que me inspiraban”.12 Schiller plantea que los objetos no sirven sólo como contemplación sino que traen consigo una idea. Cuando el narrador los va presentando en la novela, estos objetos representan los sentimientos, los pensamientos y las circunstancias de un aspecto de su vida; pero también de un aspecto de la vida del escritor “escribir una novela implica combinar las emociones y los pensamientos de cada protagonista con los objetos que los rodean, y luego aunarlos en una única frase con habilidad. Lo vemos como un todo integrado”13 Él concibió a la novela y al museo a la vez; el museo es una forma de que, el artista que está dentro de él, se exprese a sí mismo visualmente.
Para Orhan Pamuk, la tarea de escribir una novela incluye imaginar un mundo que primero existe como imagen y luego se transforma en palabra. De esta manera, tanto el novelista ingenuo como el sentimental, se funden y se integran en un Pamuk que resulta grandioso al entregarnos El Museo de la Inocencia como obra literaria y como la primera realidad que la plástica le dedica a una obra literaria; ya que éste es el primer Museo de ficción, que hay en el mundo.  
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1. Pamuk, Orhan, « El novelista ingenuo y el sentimental». Edit., Mondadori, Barcelona 2011.
2. O. Pamuk « El novelista ingenuo y el sentimental» p. 41
3. O. Pamuk «El novelista ingenuo y sentimental» p. 76
4. O. Pamuk «El novelista ingenuo y sentimental» p. 27
5. O. Pamuk « El novelista ingenuo y el sentimental» p. 515
6. Pamuk, Orhan «El Museo de la Inocencia» Edit. Debolsillo.Barcelona, febrero 2011, p.353
7. O. Pamuk«El Museo de la Inocencia» p.518-519
8. O. Pamuk« El novelista ingenuo y el sentimental» p. 76
9. O.Pamuk « El novelista ingenuo y el sentimental» p.98 
10. O. Pamuk « El Museo de la Inocencia» p. 225
11. O. Pamuk «El novelista ingenuo y el sentimental» p. 58
12. O. Pamuk « El novelista ingenuo y el sentimental» p. 98
13. O. Pamuk « El novelista ingenuo y el sentimental» p.90
Pamuk, Orhan. El Museo de la Inocencia. Edit. Debolsillo. Barcelona, 2011.
Pamuk, Orhan. El novelista ingenuo y el sentimental. Edit. Mondadori. Barcelona, 2011.
Schiller, Federico. Poesía ingenua y sentimental. Edit. Verbum, 1995 

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