Matavilela nació en las aulas universitarias, un año ha pasado de aquella primera idea de crear una revista sobre libros, escritores, cine, teatro etc., en un país que lee poco y consume poco teatro o buen cine. Fue un desafío que este 5 de diciembre cumple su primer año.
Matavilela, ahora un proyecto independiente alejado de cualquier institución, busca fomentar uno de sus objetivos principales: crear un público. Un público crítico, que cuestiona, que busca calidad y belleza en los productos culturales que consume. A la par, en Matavilela estamos comprometidos con la calidad, con ofrecer un producto que avance en ingenio, en recursos y formatos, pero en el que la exigencia de contenido no se vea afectado.
Hemos tenido aciertos, uno de ellos, las #MataPreguntas, un cuestionario «raro», «loco», «bizarro», como lo han llamado algunos de los escritores que han respondido ingeniosamente a un banco de preguntas que frecuentemente se repiten, pero que las respuestas varían de escritor a escritor. Aquí un ejemplo:
¿Con qué libros habrías enloquecido a Don Quijote en lugar de los de caballería?
Alberto Chimal: «Los muy malos de mi propia tradición –la mexicana, pues– son para enloquecer a cualquiera a golpes de petulancia y aburrimiento. Además abundan más que los de caballería».
José Ovejero: «Con novelas de detectives. Cervantes habría creado dos personajes más interesantes que Holmes y Watson».
Fernando Iwasaki: «Con las novelas de templarios que resultan ser arqueólogos que trabajan para la NASA financiados por la municipalidad de Transilvania».
Solange Rodríguez Pappe: «Creo que lo habría enloquecido con el cine. Me enteré que hay una maldición sobre los que intentan hacer una versión cinematográfica de Don Quijote, por alguna razón los fondos se acaban o algo pasa. Hay un documental que se llama “ Lost in la Mancha”, que trata sobre ese tema».
Ana María Shua: «Con las múltiples sombras de Grey. ¡El resultado sería muy divertido! Don Quijote confundiría los molinos de viento con consoladores gigantes».
Los desaciertos son muchos, pero esperamos seguir, mejorar y superarlos. El trabajo periodístico no es fácil, el literario aún menos. Matavilela llegó para quedarse.
Aquí algunas reacciones de colaboradores cercanos:
«Matavilela es una revista versátil, llena de la vitalidad y el movimiento deseables en toda publicación literaria. Es grata una publicación ajena a los grupúsculos culturales que suelen imperar en nuestros días». (Isaí Moreno, escritor mexicano)
Ya es un año de este proyecto que inicialmente vi con cuatela y que de a poco llamó mi atención, no solo por la constancia en el trabajo, sino porque no partía desde el-ego-tan-evidente-y-triste que hay en este medio tan poco honesto como es el de la literatura. En Matavilela importa la literatura y se me hace que no tanto la cantidad de libros que lees. Así, esta ¿revista? se convierte en ese pequeño placer semanal que espero seguir disfrutando por más años. (Eduardo Varas, escritor ecuatoriano)
Matavilela es gente joven, que tiene una joven visión de la cultura y el arte del país. Es también una revista joven, apenas tendrá un año, pero hay una gran madurez en su corta trayectoria. Esperemos que tenga una larga vida, y que sus «padres» sigan con el mismo entusiasmo y las mismas ganas de compartir las novedades, especialmente de la literatura, con el mayor número posible de lectores. (Jorge Dávila Vázquez, escritor ecuatoriano)
En estos tiempos abundan los escritores, los críticos y las revistas literarias. El WordPress y el Blogspot, entre otras herramientas, son una puerta abierta para cualquiera que desee iniciarse en el oficio. El profesionalismo, la seriedad y el compromiso con el que se asumen estas “aventuras”, sin embrago, no son para cualquiera. Muchos, al ver que más allá de ese entusiasmo inicial, hay horas de sueño sacrificadas, domingos familiares postergados y citas canceladas, desisten, tiran la toalla.
Los amigos y colegas de Matavilela están cumpliendo un año al aire, tiempo suficiente para advertir que la puerta está abierta para todos, pero que la tarea implica un sacrificio cada vez más y más grande y no deja tregua. Por eso es un gusto leerlos y seguirlos, pues quienes estamos en el mismo bando apreciamos la seriedad y dedicación de aquellos que están detrás de estos proyectos.