POR: MIGUEL MUÑOZ.
A propósito de la cancelación de las dos ferias del libro que debían realizarse este año en Guayaquil, quienes integramos la revista Matavilela decidimos organizar una mesa de diálogo en torno a la gestión cultural. El evento se llevó a cabo el 14 de agosto en la Universidad Católica.
El objetivo que nos planteamos fue el de propiciar un encuentro entre gestores culturales del área de literatura y, en el mejor de los casos, dejar establecida la necesidad de coordinar esfuerzos para mejorar resultados. Los temas que debían tratarse esa noche eran los siguientes:
- El bajo nivel de lectura en Guayaquil. O, como dijo Denise Nader: ¿nos hacemos drama por gusto?
- Una definición de gestión cultural.
- El impacto de los gestores independientes en el problema del índice de lectura en la ciudad.
- El papel del Estado en la gestión cultural: ¿es indispensable? ¿en qué términos? El caso de las ferias.
- Se ofrecen fondos para proyectos de la gestión independiente, ¿por qué no son aprovechados?
Sin embargo, si algo quedó claro al final del evento fue que no se llegó a ninguna conclusión esclarecedora. Pero allí, en esa fisura, queda algo mejor: el espacio para la cultura debe ser siempre abierto, con fricciones y preguntas. Dar una respuesta en nombre de la cultura y sus gestores habría sido un mal síntoma.
Uno de los temas que generó mayor discusión fue el de la divsión entre alta y baja cultura. Cito una nota del Universo sobre el conversatorio: «Jorge Massucco, uno de los asistentes, dijo que se piensa la cultura desde arriba hacia abajo y se hace necesario plantearse cómo se la trabaja desde abajo hacia arriba». Está claro que no se puede seguir hablando en esos términos demagógicos, pero sí es válido decir que la cultura es una cuestión de élite en tanto es minoritaria.
Fabián Mosquera, por otro lado, entendió las palabras de Massucco en un sentido político, por lo que dijo que, y cito al Telégrafo: “ninguna efervescencia cultural se ha producido desde arriba. No sé si desde las instancias formales se pueda hacer”. En esta frase de Mosquera puede resumirse el ánimo del evento y la disposición futura de los gestores culturales.
Otro diario que resumió muy bien el evento fue Expreso. Y para una revisión literal y «cruda» de lo que se dijo esa noche, lo mejor sería entrar a esta recopilación de tuits hecha por Denise Nader y publicada en Storify.
Por último, la noticia más esperada: el ministro de Cultura, Paco Velasco, dio sus declaraciones sobre la FIL. En resumen, dijo que no la canceló sino que la reconstruyó en algo que no es la FIL. No dijo nada acerca del colapso del MAAC y su reconstrucción; tampoco habló de inversión ni de rentabilidad. Esta nueva feria se trata de una miscelánea armada con descartes y organizada desde Quito. La revolución también es semántica.
A continuación el video con la grabación completa del conversatorio: