Pedro Novoa: «Me gustaría ser un perro»

Las Matapreguntas de esta edición las respondió el escritor peruano Pedro Félix Novoa Castillo. Él fue ganador del  Premio Internacional de Novela Corta Mario Vargas Llosa (Perú-2012) por la novela Maestra vida (Alfaguara), de la que se desprende una cómica anécdota: «Luego de haber terminado el borrador de mi novela y habiéndome basado de un amigo para la configuración de un personaje, lo llamé por teléfono para decirle que había tomado sus gestos, su fisonomía y algo de su vida para volverla patética, deformarla y dar la sensación clamorosa de un desastre moral. Mi amigo me dijo que no me atreviera a escribir semejante infamia y mucho menos con su nombre. Yo cumplí parcialmente, no usé su nombre pero sí su alma y la enturbié hasta el extremo. Luego de publicado, lo invité para la premiación a sabiendas de que me iba a exponer. El libro había ganado el premio Mario Vargas Llosa y tuvo mucha exposición en los diarios y la tele. Al final de la presentación se presentó mi amigo. Estaba serio, yo esperaba el puñetazo en una guardia tácita. Me agarró de las solapas. Finalmente lo hiciste, me dijo. ¿Piensas escribir la segunda parte? De repente, le dije. Esta vez no te atrevas usar mi vida sin usar mi verdadero nombre».


¿Cuanto tiempo es para siempre?

Es el corto plazo de la gloria literaria. 

¿Cuando despertó el dinosaurio todavía estaba allí, por qué?

Porque esperaba la continuación del cuento, estaba indignado por tanta brevedad. 

¿Qué hubiese pasado si Romeo y Julieta se casaban?

Hubieran terminado como Marge y Homero Simpsons.

¿A qué escritor resucitarías? ¿Y para qué?

A Borges, para volverlo a matar por simple envidia. 

¿Qué es lo más excéntrico en ti?

Pensar que soy escritor. 

¿Qué harías si encontraras el aleph de Borges?

Le diría que se definiera a sí mismo para desacreditar a su autor. 

Si permanecieras encerrado un año en una casa, ¿qué guardarías como
provisiones?

Una lata de café instantáneo (si es posible de Chanchamayo) y una computadora que no tenga acceso a Internet para que las horas sean más largas, cosa que así escribo una novela mientras tanto. 

¿Cuál ha sido tu peor trabajo?

Corrector de estilo, porque destruía paralelamente el mío. 

«Ay Dios mío, ¿y ahora qué?», solía ser el primer pensamiento mañanero de Bukowski. ¿Cuál es el tuyo?

¡De nuevo el mismo guión!

¿Qué cuentan las ovejas para irse a dormir?

Políticos cabrones.  

Si tuvieses que salvar de un terremoto a cinco palabras del castellano, ¿a cuáles serían?

Amor, joder, paz, escribir, soñar.

¿Qué animal te gustaría ser y por qué?

Sería perro, porque en la repetición está el gusto. 

¿Qué quieres ser cuando seas chico?

El punto de partida de una gran memoria. 

¿Con qué personaje literario te gustaría tener un affair?

Con la dulce estúpida de Madame Bovary, pero antes de que conociera a Charles, desde luego. 

¿Con qué libros habrías enloquecido a Don Quijote en lugar de los de caballería?

Con la guía telefónica, hubiera encontrado seductor y delirante a la vez imaginar la fisonomía e historia de tantos personajes. 

Estás a punto de morir, escribe tu último tuit:

Jódanse, me les adelanté. 

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