Katya Adaui: “Me he descubierto hablando sola y me río”

Fotografía de Ana Lucía Corrochano
 “Cuando estuve en Guayaquil, me recibieron a besos”, nos cuenta Katya Adaui (Lima, 1977) cuando le pedimos una anécdota para introducir las #Matapreguntas de esta edición. Y añade enseguida, a modo de explicación: “lo primero que hice fue visitar el Malecón 2000. Me encontré con una manifestación porque habían prohibido los besos. Se decía que los guardianes del malecón pitaban apenas veían un abrazo ‘sospechoso’. Frente al monumento de San Martín y Bolívar, incluso encima de San Martín, chicas y chicos se abrazaban y besaban. Qué alegría. Me quedé con todas las ganas de imitarlos”.
Adaui es autora de los libros Un accidente llamado familia(Matalamanga, 2007), Algo se nos ha escapado (Borrador Editores, 2011) y Nunca sabré lo que entiendo (Planeta, 2014).
¿Cuál es el primer libro que recuerdas haber leído?
Quizás Corazón de Edmundo de Amicis no fue el primero que leí pero sí fue el primero en conmoverme. En esa época daban en la tele “Marco, de los Apeninos a los Andes” y me quedé con la boca abierta cuando entendí que se trataba de la misma historia.
¿Cuál fue el último libro que leíste?
Las notas de Chéjov. Anoche.
¿Qué te gustaría hacer que no tenga que ver con la literatura?
Todo lo que hago tiene que ver con la literatura (aunque tardé mucho en darme cuenta): querer, fotografiar, viajar, cuidar las plantas, sacar a pasear al perro, ir al trabajo. Todo lo cotidiano es una posibilidad…
¿Qué título le pondrías a tu autobiografía?
Mmm, no escribiría una.
¿A qué escritor resucitarías y para qué?
A ninguno. ¿Por qué haría eso? Los muertos están bien muertos.
¿De qué personaje literario te gustaría ser amiga o amante?
Me gustaría ser amiga de los silenciosos jardineros de Lluvia roja que resguardan los jardines en invierno, cuando la nieve puede matarlo todo, y los dejan crecer salvajes en verano.
¿Cuál sería el soundtrack ideal para el fin del mundo?
Una rica cumbia.
¿Quién es el autor más sobrevalorado? ¿Y el olvidado injustamente?
Para ambos casos, no tengo idea. Proust nunca será olvidado, ni mucho menos… Solo me pregunto: ¿Alguien encuentra tiempo, con el apuro de hoy, para leer y disfrutar las siete partes de En busca del tiempo perdido?
Si la supervivencia de la literatura dependiese, como en Fahrenheit 451, de memorizar un libro, ¿cuál elegirías y por qué?
El Principito. Todo está ahí.
¿Cuál ha sido tu peor trabajo?
Repartir volantes en el peaje a la playa uno de los días más calurosos del verano del 95.
¿Cuál es tu secreto peor guardado?
Como el tráfico en Lima es tan violento con el peatón y el ciclista, manejar bici (hago todo en bici) saca lo peor de mí, un lado que ni yo soporto. Me vuelvo rabiosa cuando me cierran o me tocan bocina por gusto.
¿Qué cantas en la ducha?
No canto en la ducha, se cortaría el agua. Mi voz para cantar espanta hasta el perro, te lo juro. Pero sí me he descubierto hablando sola y me río.
¿Qué harías con un Gregorio Samsa en tu familia?
Puesto que en toda familia hay insectos (¿cucaracha?, ¿chinche?, ¿escarabajo?) lo dejaría hacer su vida. En su habitación, eso sí.

Compartir