POR: MIGUEL MUÑOZ.
En esta nueva edición el cuestionario banal de Matavilela sigue recorriendo las computadoras de los escritores. Esta semana cayó en la del boliviano Edmundo Paz Soldán*, quien nos dejó unas misteriosas líneas sobre el proyecto literario en el que está sumergido ahora:
“Estoy escribiendo una novela que a veces creo que es una aventura imperialista ambientada en el fúturo próximo, y otras veces creo que es sobre nuestra relación con las drogas, aunque algún amigo con buen ojo dice que es más bien un cruce de ciencia ficción con indigenismo y drama íntimo. ¿Y eso con qué se come? Pues todavía no lo sé. En eso estoy, buscando, bien perdido y feliz.”
Y así, sin más, dejamos las respuestas que dio Paz Soldán a las #MataPreguntas:
MM: «Ay Dios mío, ¿y ahora qué?», solía ser el primer pensamiento mañanero de Bukowski. ¿Cuál es el tuyo?
EPS: «¡Oh, no, 35 emails que contestar!»
MM: ¿Qué título le pondrías a tu autobiografía?
EPS: Ésta no es una autobiografía.
MM: Si fueras un libro, ¿cómo te gustaría ser leído?
EPS: Como yo leo los libros. El que me lea debería saltarse las partes aburridas.
MM: ¿A qué escritor resucitarías? ¿Y para qué?
EPS: A H. P. Lovecraft, que fue uno de los primeros que escribió sobre zombis, para que pida perdón al mundo por comenzar esa plaga de novelas y series y películas sobre zombis, y para que de paso vea lo que de verdad se siente ser un muerto vivo.
MM: ¿Con qué personaje literario te gustaría tener un affaire?
EPS: Con Bayard Sartoris, el melancólico desesperado de una novela de Faulkner.
MM: ¿Qué harías con un Gregorio Samsa en tu familia?
EPS: Soy de los que ve siempre el vaso medio lleno. Lo alentaría a seguir su vocación y le diría que otros chicos lo han tenido más difícil.
MM: ¿Qué libro te han prestado y no has devuelto?
EPS: Muchos. No quiero poner los títulos aquí porque mañana habrá una fila en la puerta de mi casa.
MM: ¿Qué libros has robado, de dónde?
EPS: Una novela de Graham Greene, en la librería de un mall en Alabama. Estaba seguro de que nadie la compraría.
MM: Si la supervivencia de la literatura depende, como en Fahrenheit 451, de memorizar un libro, ¿cuál sería, por qué?
EPS: Si podemos memorizar un poema de Góngora, estamos salvados como especie.
MM: ¿Quién es el autor «serio» más sobrevalorado? ¿Y el olvidado injustamente?
EPS: Jonathan Franzen está sobrevalorado. Hay muchos olvidados injustamente, pero ahora recuerdo al mexicano Julio Torri, autor de magníficos microrrelatos. Y creo que en general hoy todos los poetas han sido olvidados injustamente.
MM: ¿Es Roberto Bolaño el Jesucristo de la narrativa latinoamericana contemporánea?
EPS: Es una versión setentera, la de Jesucristo Superstar.
MM: Estás a punto de morir, escribe tu último tuit:
EPS: Al cabo que ni quería.
*Edmundo Paz Soldán nació en 1967 en Cochabamba, Bolivia. En 1997 se doctoró en Literatura Hispanoamericana en la Universidad de California, Berkeley, y desde ese mismo año es profesor de Literatura Latinoamericana en la Universidad de Cornell. Es autor de ocho novelas, entre ellas Río fugitivo (1998), La materia del deseo (2001), El delirio de Turing (2003) y Palacio Quemado (2006); y de los libros de cuentos Las máscaras de la nada (1990), Desapariciones (1994) y Amores imperfectos (1998). Ha coeditado los libros Se habla español (2000) y Bolaño salvaje (2008). Sus obras han sido traducidas a ocho idiomas, y ha sido galardonado con uno de los premios de cuento Juan Rulfo (1997) y con el Nacional de Novela en Bolivia (2002). Ha recibido la beca de la fundación Guggenheim (2006).
