La última vez que Diego Fonseca* estuvo en Ecuador vino con su hijo Matteo, que entonces tenía poco más de dos años.
Hospedado en el hotel Swissotel, vino a reportear para un libro que está editando actualmente para una empresa y de paso aprovechó para hacer una mini-charla de su libro Sam no es mi tío.
En las noches, cuando subían a cenar al último piso del hotel, el diecisiete, los camareros ponían pequeñas velas sobre los counters de los platos, por eso su hijo empezó a llamar al restaurante “la cocina de la luces”.
“Cuando miras a Quito por la noche desde el último piso, la metáfora vale para toda la ciudad”, dice.
Con Diego Fonseca, nuestro primer escritor internacional, abrimos está ronda de entrevistas en este nuevo año y la tercera entrega de #MataPreguntas.
DL: Si tuvieras que salvar de un terremoto a cinco palabras del castellano, ¿cuáles serían?
DF: Mácula, borrego, espátula, mustio, furtivo. (¿Y por qué hay que salvar palabras de «un terremoto»? ¿Se rompen?)
DL: ¿Cómo convencerías a los extraterrestres para que no te lleven?
DF: ¿Convencerlos? Yo quiero que me lleven.
DL: ¿Con qué libros habrías enloquecido a Don Quijote en lugar de los de caballería?
DF: El “Ulysses”, de Joyce. Como no existía, tendría que ser la Biblia «interpretada» de manera literal. Cuarenta días en un desierto sin comer jabugo (jamón) ni dejarse tentar por diabluras: horrendo.
DL: ¿Qué cuentan las ovejas cuando sueñan?
DF: Humanos eléctricos que usan sweaters de piel de lobo.
DL: ¿Con qué personaje literario te gustaría tener un affair?
DF: Ninguno. Lo mío es platónico. Se arruinaría la relación.
DL: ¿Quién ayuda a Dios cuando madruga?
DF: El herrero que tiene en casa un palo por cuchillo.
DL: ¿Qué harías con un Gregorio Samsa en tu familia?
DF: Me apiadaría: muy normal para nosotros. Se sentiría bicho raro.
DL: ¿Qué quieres ser cuando seas chico?
DF: Mi hijo.
DL: ¿Salvarías algún libro del apocalipsis, por qué?
DF: Lo haría, pero no tiene mucho sentido: no estaré para que me cuenten la trama.
DL: Cuando las mariposas se enamoran, ¿sienten humanos en la barriga?
DF: Si es así, debemos caerles demasiado pesados.
DL: Estás a punto de morir, escribe tu último tuit:
DF: No creo que piense en un tuit justo a punto de morir. Pero este es mi epitafio: «Estuvo bien».
*Periodista y escritor argentino. Entre sus libros se encuentran Joseph Stiglitz detiene el tiempo (eCícero, 2013; non-fiction), South Beach (Recovecos, 2009; relatos) y Sam no es mi tío: veinticuatro crónicas migrantes y un sueño americano (Alfaguara, 2012; non-fiction, creador y coeditor). En 2013 se publica su novela Una larga preparación para nada y una colección de crónicas y perfiles sobre desarrollo económico escritos por quince cronistas de toda América Latina. Leer más.