Claudia Piñeiro: “Mi peor trabajo fue hacer conciliaciones bancarias”

Hace un par de años la escritora Claudia Piñeiro (Gran Buenos Aires, 1960) participó de un encuentro literario en Quito y lo primero a lo que tuvo que acostumbrarse fue que al cruzar la calle y mirar a uno y otro lado apareciera una montaña en el horizonte. “Vivo en la llanura y el asombro, placer y ensimismamiento que me provocaba esa visión me puso en riesgo de ser atropellada por un auto”, nos contó Claudia.
Autora de las novelas Un comunista en calzoncillos, Betibú, Las viudas de los jueves, entre otras, Piñeiro también se dedica a la dramaturgia y colabora para varios medios gráficos. Ella es nuestra invitada a responder las #Matapreguntas de esta edición.
 
¿Cuál es el primer libro que recuerdas haber leído?
Chico Carlo, de Juana de Ibarbourou.
¿Y el último libro que leíste?
Herejes, de Leonardo Padura.
¿Qué te gustaría hacer que no tenga que ver con la literatura?
Cualquier cosa relacionada con el mundo del teatro y la representación.
¿Qué título le pondrías a tu autobiografía?
No escribiría mi autobiografía.
¿A qué escritor resucitarías y para qué?
A ninguno, no me lo perdonarían.
¿De qué personaje literario te gustaría ser amiga o amante?
De Swann, de En busca del tiempo perdido de Proust.
¿Cuál sería el soundtrack ideal para el fin del mundo?
El silencio.
¿Quién es el autor más sobrevalorado? ¿Y el olvidado injustamente?
En Argentina hay un autor extraordinario, Antonio Di Benedetto, que no es recordado lo suficiente. No veo, en cambio, sobre valoración de ninguno.
Si la supervivencia de la literatura dependiese, como en Fahrenheit 451, de memorizar un libro, ¿cuál elegirías y por qué?
En busca del tiempo perdido, el primer tomo: Por el camino de Swann.
¿Cuál fue tu peor trabajo?
Hacer conciliaciones bancarias.
¿Cuál es tu secreto peor guardado?
Mi malhumor.
¿Qué cantas en la ducha?
“Cantando bajo la lluvia”.

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