Antonio Ortuño: «No hay vacantes para musas»

Solía saludar con leve una inclinación de cabeza a Gonzalo Rojas cuando me lo topaba en la FIL de Guadalajara. Él respondía del mismo modo. Luego murió, pero volví a encontrarlo en la FIL. Sigo saludándolo y él responde. No sé si me preocupa más que no sea Gonzalo Rojas o que sólo yo lo vea. Antonio Ortuño*
Si llega a tu casa una musa ¿qué haces?
Le digo que ya no hay vacantes.
«Ay Dios mío, ¿y ahora qué?», solía ser el primer pensamiento mañanero de Bukowski.
¿Cuál es el tuyo?
“¿Habrá muerto, por fin, fulano? Leeré el periódico”.
¿Quién ayuda a Dios cuando madruga?
La Trinidad se repartió los horarios en turnos de 8 horas. No sé cuál de los tres abre la tienda.
¿Qué es lo esencial que es invisible a los ojos?
Las deudas.
Si la supervivencia de la literatura dependiese, como en Fahrenheit 451, de memorizar un libro, ¿cuál sería, por qué?
Todo podría volver a comenzar con el Gilgamesh.
Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba ahí. ¿Por qué?
Porque lo establecía su contrato.
¿A qué escritor resucitarías? ¿Y para qué?
A García Márquez. Mucha gente lo aprecia, creo.
¿Ser o no ser?
Hagas o no hagas, llegará Fortinbrás y se quedará con todo.
¿A qué personaje literario no te gustaría tener como enemigo?
Sin duda, a Dios. El de la Biblia.
Los perros ladran, Sancho…
Señal de que no han leído el Quijote.
¿Qué perfume le recomendarías a Dulcinea?
El de las cabras le queda perfecto.
¿Cuál sería el soundtrack ideal para el Fin del Mundo?
Wagner.
¿Qué harías si encontraras el Aleph de Borges?
Rentarlo para fiestas.
¿Qué opinas sobre las rubias?
Que uno se casa con las morenas.
¿Qué tienen en común los escritores y los banqueros?
A Pessoa.
¿Con qué personaje literario te gustaría tener un affaire?
Con la chica de “El halcón decapitado”, de Truman Capote.
¿Con qué libros habrías enloquecido a Don Quijote en lugar de los de caballería?
Tengo un amigo que le pasó lo mismo con Tolkien. O sea, lo mismo.
Estás a punto de morir, escribe tu último tuit:

#Todomal.

(*) Antonio Ortuño, hijo de inmigrantes españoles, nació en Guadalajara, México, en 1976. Su primera novela, El buscador de cabezas (2006), recibió el elogio unánime de la crítica de su país y fue seleccionada por el diario Reforma como mejor primer libro del año. En 2006 apareció en España su libro de relatos El jardín japonés. Su última novela es La Fila India.

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