Ana María Shua: “Con las Sombras de Grey Don Quijote habría confundido los molinos de viento con consoladores gigantes”

“Todo sucedió en Guayaquil en el 2012, adonde fui como invitada al evento ‘Ciudad Mínima’. Estaba comiendo mi plato ecuatoriano favorito, un maravilloso ceviche de camarones, cuando de pronto uno de los camarones me miró fijamente con ojos temblorosos de ectoplasma (porque, igual que a los demás, le habían sacado la cabeza antes de convertirlo en ceviche) y me interpeló en estos términos:
Ana María, me dijo el camarón, ¿Se puede saber por qué…?
Pero no alcanzó a terminar de formular la pregunta: en ese momento me desperté y constaté que el dinosaurio, se había ido otra vez. Seguramente a pescar camarones, como es su costumbre.” Ana María Shua*

DL: Si tuvieras que salvar de un terremoto a cinco palabras del castellano, ¿a cuáles serían?

AMS: “Sí” y “no”, por razones prácticas. “Mamá” por razones afectivas.  “Heliotropo” porque me gusta. Y “murciélago” porque tiene todas las vocales.

DL: ¿A qué escritor resucitarías? ¿Y para qué?

AMS: Al Fogwill, gran escritor argentino. Para charlar, por supuesto.

DL: ¿Cuál sería el soundtrack ideal para el Fin del Mundo?

AMS: Skyfall. Muy fuerte.

DL: ¿Qué harías si encontrases el Aleph de Borges?

AMS: ¡Pero si ya lo encontré! Se llama Google.

DL: ¿Qué cantas en la ducha?

AMS: Canto tan mal que ni a mí me gusta escucharme. Hago silencio y me complazco con el ruido del agua.

DL: ¿Cuánto tiempo es para siempre?

AMS: Todo el tiempo después de la muerte.

DL: ¿Qué opinión te generan los gimnasios?

AMS: No sé. ¿Qué son los gimnasios?

DL: Si permanecieras encerrado un año en una casa, ¿qué guardarías como provisiones?

AMS: La computadora con acceso a Internet y alimentos no perecederos.

DL: ¿Cuál es tu secreto peor guardado?

AMS: Un secreto mal guardado provoca una paradoja espacio temporal. Estalla el mundo y se escucha Skyfall. Muy fuerte.

DL: «Ay Dios mío, ¿y ahora qué?», solía ser el primer pensamiento mañanero de Bukowski.
¿Cuál es el tuyo?

AMS: ¿Cuánto peso hoy?

DL: ¿Qué cuentan las ovejas cuando quieren dormirse?

AMS: Androides eléctricos, por supuesto.

DL: ¿Qué es lo más excéntrico en ti?

AMS: Bebo dos litros por día de una mezcla de café instantáneo descafeinado, leche descremada deslactosada y agua hirviendo. Es fundamental el orden de los ingredientes.

DL: ¿Salvarías algún libro del apocalipsis, por qué?

AMS: No podría. Yo misma ardería en el fuego de los cinco jinetes, escuchando Skyfall. Muy fuerte.

DL: ¿Con qué libros habrías enloquecido a Don Quijote en lugar de los de caballería?

AMS: Con las múltiples sombras de Grey. ¡El resultado sería muy divertido! Don Quijote confundiría los molinos de viento con consoladores gigantes.

DL: ¿Cuando despertó el dinosaurio todavía estaba allí…, por qué?

AMS: Pero es mentira, si no estaba, yo lo vi: se fue en cuantito se durmió.

*Ana María Shua nació en Buenos Aires en 1951. A los dieciséis años publicó sus primeros poemas reunidos en El sol y yo. En 1980 ganó con su novela Soy Paciente el premio de la editorial Losada. Sus otras novelas son Los amores de Laurita, (llevada al cine), El libro de los recuerdos (Beca Guggenheim) y La muerte como efecto secundario (Premio Club de los XIII y Premio Municipal en novela). Cuatro de sus libros abordan el microrrelato, un género en el que ha obtenido el máximo reconocimiento en el ámbito iberoamericano: La sueñera, Casa de Geishas, Botánica del caos y Temporada de fantasmas. También ha escrito libros de cuentos: Los días de pesca, Viajando se conoce gente y Como una buena madre. Con Miedo en el sur obtuvo el Premio Municipal en el género cuento. Su última novela es El peso de la tentación (2007).  En el año 2009 ha publicado en Madrid Cazadores de Letra,  que reúne sus cuatro libros de minificciones, y en Buenos Aires, Que tengas una vida interesante, sus cuentos completos. En 2011 publica su nuevo libro de cuentos brevísimos Fenómenos de circo.

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